A un niño llamado Tropo le gustaba encontrar tesoros, pero unos niños siempre le decían que no iba a encontrar nada. Un día por la tarde, estaba excavando y… ¡se encontró con un anillo dorado! Su madre le dijo que era de su padre.
-Tropo, es hora de dormir. Decía su madre.
-¿Y los monstruos qué?-Le dijo Tropo a su madre
-No hay monstruos
-Vale…
Pero… algo rojo apareció por la ventana. Tropo levantó la persiana y entonces encontró un cartel de una momia. Tropo se asustó y cogió el anillo y se escondió dentro de las sábanas.
-¿Ya es hora de que te vayas, cartel feo! ¡Cuando sea mayor ya no te tendré miedo!
CONTINUARÁ
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