Una vez muerto el indominus Rex, su espíritu regresó a la tierra. Convirtió a un dinosaurio en un indominus y a otro en otro indominus, siguió convirtiendo hasta hacer una manada gigantesca. Empezaron a recorrer la enorme isla, si se encontraban una presa fácil se la comían.
Cuando llegó la noche se turnaron para vigilar por si atacaba un enemigo y así podían dormir.
Uno de ellos divisó a lo lejos un tiranosaurio Rex, dio la voz de alarma y se despertaron todos los indominus. Como eran 4000 indominus, 2000 por un lado y otros 2000 por otro, así se ayudaban continuamente y si encontraban al tiranosaurio Rex ahuyentarlo, un grupo lo encontró.
Lo echaron de la selva de dinosaurios.
Continuará...
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