Un día, los humanos mandaron un lagarto a la Luna. El lagarto se llamaba Lois.
Lois no estaba seguro de si iba a morir. Cuando la nave atravesaba la atmósfera, se destruyó haciendo mucho ruido: ¡¡ PUM , PUM, PUM!!
Lois salió vivo, pero no alcanzaba la luna y se puso muy triste, empezó a llorar :
“muá, muá, muá".
Entonces, dejó de llorar y se puso a pensar y tuvo una idea, se preguntó:
-¿Y si recojo las piezas de la nave y la vuelvo a construir?
Lois tardaría mucho tiempo en hacer la nave, así que hizo una más pequeña que le llevó hasta la Luna.
Después regresó sano y salvo. Todos, su familia, sus amigos, toda la gente le felicitaba y se alegraban de que no muriese.
Lois irá en todas las misiones.
Continuará…
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