¡Hola, soy la araña maraña! Lo siento, ya me conocéis, pero me suelo presentar todos los días.
Maraña seguía viva y con ayuda de sus amigos, estaba haciendo de nuevo su casa. Cuando terminaron, empezaron a gritar:
-¡Viva, viva, bien!
Hacían mucho ruido y a Maraña el ruido le molesta mucho, así que se alejó, pero se alejó tanto que llegó a Australia. Allí se le hizo de noche y cuando estaba muerta de miedo…
¡Cocodrilo, cocodrilo!
Pero él no quería comérsela, le pidió que se quedara a su lado.
Maraña le preguntó:
-¿Cómo te llamas?
-Me llamo Codril
-¿Cuántos años tienes?
-Tengo 10 años. ¿y tú?
-Yo tengo 15
Y entonces Maraña recordó que tenía que volver a casa:
-¡Tengo que volver al bosque con mis amigos!
Codril podía leer la mente. Dijo en voz fuerte:
-¡Tienes que ir con tus amigos! Yo te acompañaré.
Cuando llegaron al bosque, Codril se hizo amigo de todos
Continuará…
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